Acabamos de apearnos del tren que nos ha traído hasta Aranjuez. Después de admirar su arquitectura neomudéjar, salimos al exterior y dirigimos nuestra mirada hacia un pequeño edificio que se levanta a la izquierda de la estación. Sobre su puerta de entrada, unas grandes letras de color blanco conforman una palabra: CORREOS. Estamos ante la antigua estafeta postal de la estación de ferrocarril ribereña.
Detalle de la puerta de acceso del edificio de Correos, con el rótulo indicador de su uso. (Fotografía; Mario Sánchez Cachero). |
Vista general de la estación de Aranjuez. A la derecha, casi insignificante, el edificio de Correos. (Fotografía: Mario Sánchez Cachero). |
Esta dependencia postal de la estación de ferrocarril de Aranjuez contó con dos fechadores, ambos del tipo puente. El primero estuvo en uso desde 1925, año en que, recordemos, entró en servicio el actual complejo ferroviario, hasta la década de 1970. Posteriormente, en la década de 1980, existió un matasellos diferente, que se mantuvo en uso hasta la desaparición del transporte del correo por ferrocarril. En aquellos años, el tráfico ferroviario en Aranjuez era incesante, teniendo parada en esta estación los trenes que transportaban el correo que se dirigía hacia Andalucía y el Levante. Entre ellos estaba el Expreso de Madrid a Málaga, que la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1993 hiciera el último servicio ambulante del ferrocarril español.
Matasellos de la estación de Aranjuez, fechado el 22 de junio de 1966. (Colección de Mario Sánchez Cachero). |
El modesto edificio postal de la estación de Aranjuez mantiene el estilo neomudéjar del recinto ferroviario. Con tejado a dos aguas, y las fachadas laterales elevadas sobre el mismo, está dotado de dos accesos, uno al exterior, a la plaza que se abre ante el grandioso edificio de viajeros.
Vista general del edificio de Correos. (Fotografía: Mario Sánchez Cachero). |
El acceso restante se abre hacia los andenes, cerca la vía que permitía la carga y descarga del tinglado de mercancías, aun en pie. El espacio entre ambos edificios está ocupado en la actualidad por un pequeño espacio ajardinado.
Fachada interior del pabellón de Correos, A la derecha, parte del edificio de viajeros de la estación. Fotografía;: Mario Sánchez Cachero). |
Un detalle, sin embargo, nos llama la atención. En ninguna de sus fachadas se encuentran trazas de un buzón. No queremos afirmar que no existiera, ya que lo hubo. En algún momento desapareció, perdiéndose su rastro y ubicación.
FUENTES CONSULTADAS:
- Iturralde, Mikel. Estaciones singulares: Aranjuez. Bitácora Treneando, Todo sobre el mundo del tren, 19 de junio de 2020.
- Tárrega Vives, Diego. Los trenes postales.
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