La irrupción del ferrocarril como medio de transporte tuvo lugar en un momento en el que la arquitectura del hierro comienza a consolidarse como solución decorativa, aparte de su función estructural. Notables ejemplos de estas construcciones son las imponentes marquesinas metálicas de las estaciones de ferrocarril. Sin embargo, hay otro tipo de construcciones de gran belleza y vital importancia, lejos de la majestuosidad y la grandiosidad de las terminales ferroviarias: los puentes.
Hoy proponemos un ejemplo de este tipo de estructuras: el Royal Albert Bridge. Su imagen fue filatelizada por el correo británico en el año 2006, en el que se celebraba el bicentenario del nacimiento de su autor, el ingeniero y arquitecto Isambard Kingdom Brunel (1806-1859).
Royal Albert Bridge, en un sello de 2006. (Colección del autor). |