Como hemos comentado en entradas anteriores, bautizar cada locomotora con un nombre, propio y específico, era una costumbre extendida en las primeras décadas del ferrocarril, extendiéndose esta práctica hasta entrado el siglo XX. Hoy tratamos de una de estas locomotoras, la Adam Brown, objeto de un sello postal por parte del correo de Canadá, país por la que circuló durante sus años en activo.
Fuente: Postage Stamp Guide |