En
1955, el ferrocarril francés lograba una marca épica: dos
locomotoras de su parque móvil lograban, con un día de diferencia,
batir el récord mundial de velocidad con una marca de 331 km/h. Años
más tarde, en 2014, La Poste, el operador postal galo, recordaba
esta gesta en un sello conmemorativo en el que se reproduce la imagen
de una de las máquinas que lograron aquel récord, la BB 9004.
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La
BB 9004, reproducida por el correo francés en un sello postal
emitido en 2014.
(Fuente: Stampboards)
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