El
28 de octubre de 1848 se cumplió el sueño de Miquel Biada, un empresario
mataroní que, años antes, tras la inauguración del ferrocarril La Habana –
Bejucal, en la isla de Cuba, afirmó “apuesto diez mil pesos que antes de transcurridos cuatro años de mi
llegada a España, iremos desde Barcelona a Mataró en el ferro-carril que
mandaremos construir”. Biada logró su objetivo, pero, desgraciadamente, no logró ver de su empresa. Una neumonia había acabado con su vida el 2 de abril.
|
Sello conmemorativo del 125º aniversario del ferrocarril Barcelona –
Mataró, con la efigie de Miquel Biada ante una de las locomotoras pioneras de
aquella línea, presumiblemente la “Mataró” (Col. Mario Sánchez).
|