jueves, 12 de septiembre de 2024

El Túnel de la Quiebra (Colombia, 1974)

Dentro de las infraestructuras necesarias para el funcionamiento de los ferrocarriles, los túneles son uno de los más importantes. Difíciles de construir, antaño precisaban de pico, pala y un considerable esfuerzo de los obreros que, en ocasiones más habituales de lo deseable, dejaban su vida en el empeño. En la actualidad, potentes máquinas tuneladoras facilitan su apertura. Uno de estos túneles, bautizado con el curioso nombre de La Quiebra, en el Ferrocarril de Antioquia, facilitó las conexiones ferroviarias en Colombia. Por ello, el correo colombiano quiso que fuera el motivo de un sello postal emitido en 1974, año en que la citada línea férrea cumplía sus primeros 100 años de vida.

Fuente: Delcampe.

La emisión se compone de un único valor, de 1,10 pesos colombianos de facial, impreso por De la Rue de Colombia en offset, con un dentado de 13½ x 14, de peine. El diseño del sello, puesto en circulación el 27 de noviembre de 1974, es obra de Imre von Mosdóssy (1904-1995), pintor y diseñador húngaro, cuya prolífica obra engloba cerca de un millar de sellos postales y, entre otros bocetos, el imagotipo de la Federación Interamericana de Filatelia (FIAF). El motivo muestra una locomotora de vapor, curiosamente aislada, enfrentándose a una cambio de agujas en el mismo momento de salir por una de las bocas sur del túnel, junto a la población de Santo Domingo.
Sobre de primer día de circulación. La ilustración muestra el monumento al ferrocarril existente en Medellín. (Fuente: Delcampe).
La génesis del Ferrocarril de Antioquia fue, como sucedió con otras obras análogas, larga y azarosa. Iniciada en 1874, no se completaría hasta 1929, siendo inaugurada el 7 de agosto de ese año. La apertura del Túnel de la Quiebra marcaría el fin de las obras de construcción de la línea y, con ellos, su consecuencia entrada en servicio. La Guerra de los Mil Días (1899-1902) afectó notablemente a los ferrocarriles colombianos, entre ellos el de Antioquia. Con 3,7 kilómetros de longitud, une las localidades de Limón y Santo Domingo en las proximidades de La Quiebra, pueblo renombrado posteriormente como Cisneros, en honor del empresario e ingeniero Francisco Javier Cisneros (1836-1898), uno de los principales promotores del ferrocarril. Otro de los ingenieros, Alejandro López Restrepo (1876-1940), quien realizó el proyecto del túnel respetando el trazado de Cisneros, fue enterrado, por voluntad propia, junto a una de las bocas de acceso.
Sobre comercial de la Empresa del Ferrocarril de Antioquía, circulado entre Medellín y Michigan el 19 de noviembre de 1929. (Fuente: Delcampe).
A partir de la década de 1930, con el auge de otros medios de transporte, el ferrocarril empezó a vivir una etapa de decadencia. La construcción del oleoducto entre Medellín y Puerto Berrío, las mismas localidades que servían de cabecera a la línea, eliminó el transporte ferroviario del petróleo, lo que supuso un golpe del que no logró recuperarse. Finalmente, tras varias vicisitudes, la Empresa del Ferrocarril de Antioquía, propietaria de la línea, quiebra en 1961. En agosto de ese año es vendida al estado, poniendo fin a la historia de un ferrocarril que, en sus mejores momentos, fue uno de los motores económicos del departamento de Antioquía.

Boca sur del Túnel de La Quiebra, con el desvío visible en el sello. (Fotografía de Motero Colombia, extraída de Wikimedia Commons. Licencia CC BY_SA 4.0).

FUENTES CONSULTADAS:

  • Página web cultural del Banco de la República de Colombia.
  • Mayor Mora, Alberto. Túnel de la Quiebra. Revista Credencial. Septiembre de 2016.
  • Colnect
  • Filatelia Temática - Noticias e informaciones. Bitácora de la Federación Interamericana de Filatelia.

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