Algunos países valoran su patrimonio
ferroviario hasta el punto de otorgar a sus viejas locomotoras la categoría de
Monumento Nacional. Un claro ejemplo de esta política es la locomotora “Baroneza”, la
primera que surcara las vías férreas brasileñas. Esta distinción le hizo merecedora de un recuerdo en forma de sello postal, emitido por el país
sudamericano en el año 2002.
(www.colnect.com) |