jueves, 19 de noviembre de 2015

Centenario del ferrocarril en Cuba... y en España.

El 19 de noviembre de 1837 arrancó el primer tren entre las localidades de La Habana y Bejucal, en la isla de Cuba. En aquellos años, Cuba era una provincia española, por lo que aquel día comenzaba la historia del ferrocarril español, diez años antes de la primera línea férrea peninsular, la Barcelona - Mataró, de la que hablamos anteriormente. El correo cubano desaprovechó la ocasión de celebrar el aniversario como se merecía y, en lugar de lanzar la correspondiente emisión conmemorativa, se limitó a realizar una sobrecarga alusiva a la efemérides, estampada sobre un sello postal ya existente. 
Sello postal conmemorativo del primer centenario del ferrocarril cubano (Col. del autor)
La sobrecarga se estampó en tinta azul sobre el sello conmemorativo del 25º aniversario de la República de Cuba, emitido el 20 de mayo de 1927. La sobrecarga tapa las fechas alusivas al aniversario original, sustituyéndolas por las relativas al ferrocarril: 1837 y 1937. Asimismo, anula el valor de 25 centavos del sello, modificándolo por el de la nueva emisión: 10 centavos.
La emisión original fue impresa por la Canadian Bank Note Company, mientras que la sobrecarga conmemorativa del centenario del ferrocarril fue estampada por la Compañía Impresora P. Fernández. S. A.
Carta certificada con el sello con la sobrecargada conmemorativa del centenario del ferrocarril entre La Habana y Bejucal, circulada entre La Habana y París el 31 de enero de 1938. (Col. del autor).
El ferrocarril cubano, el primero en circular en Latinoamérica, se inauguró el 19 de noviembre de 1837, día en que se celebraba la onomástica de la reina Isabel II. La línea, de 27 kilómetros de longitud, sería ampliada al año siguiente, de nuevo el 19 de noviembre, hasta la localidad de Güines.
Esta línea férrea tuvo como propósito el transporte de la caña de azúcar desde las plantaciones hasta el puerto de La Habana, donde se embarcaría hacia su destino. Asimismo, este ferrocarril pionero se puso al servicio de los habitantes de la isla, que pudieron usar este nievo medio de transporte para sus despalazamientos.
Sus primeras locomotoras, del tipo Braithwaite, fse fabricaron en Inglaterra, Sin embargo, los problemas y las continuas averías de las mismas obligaron a los gerentes del ferrocarril cubano a comprar nuevas máquinas a la compañía Baldwin, en Estados Unidos.
Fotografía de una de las primeras locomotoras del ferrocarril entre La Habana y Güines.
(Fuente: Wikimedia Commons)
Entre los partícipes de aquel ferrocarril pionero se encontraba un joven empresario catalán que, maravillado por este maravilloso medio de transporte pronunció una frase histórica: "Apuesto diez mil pesos que antes de transcurridos cuatro años de mi llegada a España, iremos desde Barcelona a Mataró en el ferro-carril que mandaremos construir". Aquel hombre era Miquel Biada y, once años después, consiguió poner en marcha el ferrocarril entre Barcelona y Mataró, su localidad natal.

FUENTES CONSULTADAS:
  • VV.AA. Presencia de los ferrocarriles en la Filatelia cubana (II y final). Boletín electrónico El Ojo de la Aguja. Comisión de Literatura. Federación Filatélica Cubana. Núm. 15, Febrero-marzo de 2008.
  • INS Miquel Biada (http://biada.org/)
  • Trenak (http://www.trenak.com/)

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