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lunes, 28 de marzo de 2022

Réquiem por una línea de ferrocarril

Hoy toca entonar un réquiem. Si los rumores se cumplen, el próximo 1 de abril de 2022, la línea de ferrocarril entre Aranjuez y Valencia, a través de Cuenca, quedará cerrada al público y los trenes se verán sustituidos por autobuses. Hoy, en vísperas de ese anunciado cierre, dedicamos un homenaje a esta línea, y entonamos un sentido réquiem por su memoria.

Ambulante ascendente de la línea entre Cuenca y Madrid, fechado el 17 de abril de 1925. (Fragmento de una tarjeta postal, colección del autor).

La línea está compuesto por tres tramos diferentes, abiertos en tres etapas distintas. Uno de ellos, el que une Madrid con Cuenca, abierto al tráfico en 1885, fue obra de la poderosa M.Z.A. El segundo, en servicio un año antes, en 1884, entre Utiel y Valencia, es un legado de la no menos poderosa Norte, aunque su construcción corriera a cargo de la Sociedad de los Ferrocarriles de Cuenca a Valencia y Teruel. Este tramo parece destinado a sobrevivir, al constituir la línea C3 de la red de Cercanías valenciana. Finalmente, el tercer tramo, el que une Cuenca con Valencia, se completó después de la Guerra Civil, ya en época de RENFE (1947), aunque su proyecto proceda del llamado Plan Guadalhorce, durante la Dictadura de Primo de Rivera (1926). Es este el más espectacular de los tres tramos,  y no solo por el paisaje. Algunas de sus estaciones, unas protegidas y otras abandonadas a la ruina, llevan la firma del prestigioso arquitecto vasco Secundino Zuazo Ugalde al que debemos algunas instalaciones del Ferrocarril Central de Aragón.

Fechador ambulante de la línea entre Valencia y Utiel, fechado en junio de 1921, sobre un sello de 15 céntimos de la emisión Medallón del rey Alfonso XIII. (Colección del autor). 

Un escaso mantenimiento de la línea, prácticamente, unido a una política de frecuencias y horarios sin sentido, provocaron una dramática caída de viajeros que se agravó con la decisión de retrasar la estación de inicio a Aranjuez (¿Qué mal haría en Villaverde Bajo si no se puede en Atocha, por problemas de capacidad?). Por si no fueran pocos males, la irrupción de Filomena, en enero de 2021, dañó la infraestructura de tal modo que provocó la suspensión sine die del servicio entre Cuenca y Utiel, sustituido por un autobús que, ahora, parece que ampliará sus servicios hasta Aranjuez. 

Ambulante de la línea entre Madrid y Valencia, por Cuenca., leyenda incluida para distinguirlo de la otra línea que une ambas capitales a través de Albacete. (Fragmento de una tarjeta postal circulada en 1958, procedente de la colección del autor).

Por tanto, a la espera de un milagro que dudamos se pueda producir, aunque la esperanza nunca debería perderse, mucho nos tenemos que  la Madrid- Cuenca - Valencia tiene los días contados. Sólo nos queda entonar nuestro réquiem por una línea que, con una inversión adecuada y una política de horarios razonable, podría vertebrar con eficacia el territorio que atraviesa. 

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