El tranvía eléctrico de Hobart (Australia, 1989)

El desarrollo de la electricidad en los transportes ferroviarios fue uno de los avences más importantes de finales del siglo XIX, entre cuyas consecuencias fue la progresiva desaparición de los tranvías de sangre, arrastrado por caballos o mulas, sustituidos por vehículos movidos por vapor o por motores eléctricos. Uno de los primeros en ser proyectados y construidos con un tendido completamente eléctrico fue el que surcó durante más de seis décadas la ciudad austrialiana de Hobart, capital de la isla de Tasmania.

Fuente: Colnect

SNCF 141.R.1187 Mikado (Francia, 2014)

Las locomotoras del tipo Mikado son una de las más populares de la época en que la tracción vapor dominaba el ferrocarril, siendo una presencia habitual en las útimas décadas en que estas máquinas circulaban a lo largo y ancho de las redes ferroviarias de numerosos países. Una de ellas, la francesa 141.R.1187, es el motivo de un sello postal emitido por La Poste, el correo galo en 2014, en el que esta locomotora circula por un bello pasaje del sur de Francia, la Côte Vermeille. 

Delcampe

Las locomotoras diésel del Ferrocarril del Bosque de Alishan (Taiwan, 2011)

La unión de varias aficiones lleva a vivir momentos de gran satisfacción, como sucede al recibir una tarjeta postal en la que tanto la fotografía de la misma como uno de los sellos del franqueo tienen como temática al ferrocarril. En este caso, el motivo es una locomotora de tracción diésel, integrante del parque móvil del Ferrocarril del Bosque de Alishan, en Taiwán.

(Colección del autor).

UAC Turbotrain (Canadá, 1968 - 1970)

Llegar antes a distancias mayores ha sido una de las prioridades del progreso de los medios de transporte, del que el ferrocarril ha sido uno de sus principales puntales, viviendo una sucesión de avances entre los que destaca la alta velocidad, intento de desbancar el pujante auge de la aviación y del transporte privado. Uno de los pioneros de este nuevo modelo ferroviario es el Turbotrain, cuya característica silueta formó parte de los sellos de la serie básica de Canadá, emitida a finales de los años sesenta y principios de la década siguiente.

Colección Mario Sánchez.

Una falta de respeto.

Hoy, de manera excepcional, esta entrada no versará sobre el ferrocarril, teniendo como protagonista a la Filatelia, con un actor secundario, el villano de la obra, el coche. El motivo es la nefasta campaña publicitaria de una reconocida marca de automóviles en la que comparan el coleccionismo de sellos con algo aburrido y carente de vida.