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martes, 30 de enero de 2018

La “Baroneza” (Brasil, 2002)

Algunos países valoran su patrimonio ferroviario hasta el punto de otorgar a sus viejas locomotoras la categoría de Monumento Nacional. Un claro ejemplo de esta política es la locomotora “Baroneza”, la primera que surcara las vías férreas brasileñas. Esta distinción le hizo merecedora de un recuerdo en forma de sello postal, emitido por el país sudamericano en el año 2002.
(www.colnect.com)

Emitido el 30 de septiembre de 2002, este sello forma parte de una serie, compuesta por dos valores dedicada a evocar locomotoras históricas brasileñas. Diseñado por Luiz Santos, fue impreso mediante offset por la Casa de la Moneda de Brasil, con un dentado de 11 ½ x 12 y un valor facial de 0,55 reales.
El sello muestra a la locomotora en marcha, arrastrando dos coches de viajeros, ante un bello paisaje montañoso. Para este diseño, Santos pudo inspirarse en la siguiente fotografía, a la que modificó levemente la posición y añadió las banderas que adornan el frontal.
La “Baroneza”, en una fotografía del siglo XIX. (Fuente: www.ferradeira.com.br).
La “Baroneza” entró en servicio el 30 de abril de 1854, día en que se inauguraba la primera línea de férrea brasileña, entre el puerto de Mauá y Fragoso, en Rio de Janeiro, explotada por la  Imperial Companhia de Navegaçao a Vapor e Estrada de Ferro de Petropolis.
La locomotora, del tipo 1-1-1, fue construida en Manchester en 1852, por la William Fair Bairns & Sons, siendo comprada al año siguiente por el promotor del ferrocarril de Mauá, d. Irineu Evangelista de Souza, barón y vizconde de Mauá. Es precisamente su esposa, Dª. María Joaquina de Souza Machado, la “baronesa” a quien se refiere el apelativo de la locomotora.
Maria Joaquina, baronesa de Mauá, de quien proviene su apelativo de la locomotora “Baroneza”. (Fuente: Wikimedia Commons).

Tras treinta años de servicio, la “Baroneza” fue apartada en 1884, siendo preservada inmediatamente por su importante valor histórico. Años más tarde, en 1922, esta locomotora volvió a circular de manera excepcional, transportando a un viajero muy especial: el rey Alberto I de Bélgica, de visita en Brasil con motivo del primer centenario de su independencia. En 1954, a cumplir su primer siglo de vida, fue declarada parte del Patrimonio Cultural de Brasil, permaneciendo actualmente preservada en el Museo del Tren, en Río de Janeiro, donde de encuentra en perfecto estado de marcha.

La locomotora “Baroneza”, expuesta en el Museo del Tren, en el año 1982. (Wikimedia Commons)


FUENTES CONSULTADAS.

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